Por: Octavio Gallo
El Foro Cultural de la UNL fue el ambiente ideal para disfrutar una hermosa noche de pop de la mano de Diamantina. La banda santafesina presentó su último EP titulado “ET”, en un recital íntimo en el que también participó el músico Emmanuel Bayúgar. Melodías rapeadas sintetizadores, visuales delirantes y un ritmo muy bailable se conjugaron para endulzar todos los sentidos.
El escenario del Foro Cultural de la UNL, ubicado en pleno centro santafesino, nos recibía con una escenografía original y muy intensa. Unos polígonos tridimensionales y puntiagudos brillando por delante de una pantalla colorida. Las visuales, a cargo de Juanjo Delnitro, generaban una atmósfera especial, y anticipaban de alguna forma el sonido electrónico y espacial de Diamantina.
La noche la abrió Emmanuel Bayúgar, un músico que cuenta con varios proyectos diversos y no resigna ningún recurso a la hora de emprender su búsqueda sonora. Anoche, se valió casi exclusivamente de sonidos electrónicos (beats a veces raperos y a veces jazzeros, teclados y fragmentos de grabaciones) para acompañar sus extrañas melodías y letras. Su presentación fue corta, pero dejó abierta la puerta musical para lo que sería Diamantina.
El tamaño reducido del Foro hace que el ambiente siempre termine siendo íntimo: hay una cercanía entre los artistas y el público que en otros lugares es difícil de lograr. Esto contribuyó a generar una atmósfera distinta. La música de Diamantina, con sus cascadas deteclados, fue el preludio ideal para la noche tormentosa que se avecinaba y que, a juzgar por el baile del público, nadie tenía prevista.
Las canciones de "ET" sonaron al final del espectáculo. Todas las piezas del último EP fueron compuestas por Alejandra Papini y Guillermo Af. Ambos comandan también al grupo arriba del escenario: Alejandra con una voz armoniosa y en la guitarra, Guillermo desde los teclados y sintetizadores. Cuando ambos se lucían en sus instrumentos, la atmósfera se ponía más densa y rockera. El sonido del grupo se complementaba a la perfección con el bajo de Lucio Borgna y el acompañamiento vocal de Úrsula Fanta, que cantaba las melodías saltarinas de Diamantina casi acercándose al rap.
Ritmos no tan lineales, pero muy bailables, con un poder muy marcado de los beatselectrónicos, y melodías delicadas de guitarra y teclado. Esa fue la fórmula para pasar una noche de puro placer sensitivo con Diamantina.