El recital de La Renga en Pergamino terminó con una grave denuncia: según los fanáticos y algunos periodistas que cubrían el espectáculo, efectivos de la Policía Federal, de la Bonaerense y personal de seguridad privada dispararon balas de goma y lanzaron gases lacrimógenos a la entrada y a la salida del show.
El concierto se realizó en el Circuito Panorámico de la ciudad de Pergamino el sábado a la noche. El periodista de la revista Billboard, Christian Blicharski, fue uno de los heridos, quien mostró la decena de impactos de bala de goma en su cuerpo en una foto publicada en Twitter.
Según contó el periodista al sitio Silencio, así fue el momento: "En un momento me separé de mis compañeros y quedé solo. Cuando estaba saliendo del predio, medio tema antes de que termine, me di vuelta y veo a un policía apuntándome. Inmediatamente me tira; los perdigones me pegaron en el pecho y en el hombro. Salí del lugar y las primeras curaciones me las dio una vecina". La Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) denunció a través de las redes sociales la situación.
Según Matías Levonian, uno de los fanáticos de La Renga que estaba en el recital, fueron "en total tres momentos represivos: dos hacia el ingreso y uno a la hora de la salida". Además, explicó que los que reprimían eran de la seguridad privada del recital, contratados por la banda, y los efectivos de la Policía Bonaerense. "El cordón de seguridad, conformado por la bonaerense y la seguridad privada, primero apuntaron a dispersar el conglomerado de gente que se había armado a la entrada, revolearon algunas piñas y algunos palazos. La gente se resistió un poco y ahí empezaron los balazos", dijo, en referencia al primer momento represivo.
"En la segunda vuelta llegó una división antimotines y entraron unos 30 efectivos más haciendo tres filas. Se apostaron en la entrada, adelante del cuerpo de seguridad privada, y empezaron a tirar", explicó.
"Varios compañeros de Correpi fueron a Pergamino y empezaron a informarnos. Algunos teniendo entrada quedaron afuera. Empezó la represión antes de la entrada, hubo balas de goma y palazos", comento María del Carmen Verdú, abogada integrante de la Correpi.
Según la Policía Federal, "el operativo nuestro consistió solamente en los ingresos. No participamos en ningún tipo de control ni nada en las cercanías del estadio", dijo el subcomisario Rojas, a cargo del operativo en las rutas 8 y 32, en los ingresos a Pergamino. Allí, la Policía Federal secuestró 1 kg 200 gramos de marihuana y detuvo a 10 personas mayores de edad.
Los efectivos de la Policía Bonaerense abocados a la seguridad del recital fueron más de 260. Desde el interior de la fuerza ya se iniciaron actuaciones en la Auditoría General de Asuntos Internos para analizar cómo fue el accionar policial.
Para los fanáticos, esta represión policial recuerda la muerte de Ismael Sosa hace más de un año en la ciudad de Villa Rumipal, en Córdoba. El chico apareció muerto dos días después del recital de La Renga, donde fue visto por última vez cuando se lo llevaban efectivos policiales.
En el cierre del show, Chizzo, el líder de La Renga, dijo que siguen esperando que toquen todos en el Estadio Único de La Plata. Luego, le reclamó al gobierno de la provincia de Buenos Aires que reprograme las fechas que tenían pautadas para el 9 de abril y 28 de mayo y fueron suspendidas tras el cambio de las autoridades. "Estamos esperando que pasen todos: Paul Mc Cartney, Guns and Roses", dijo, irónico, el cantante.
Según Matías Levonian, uno de los fanáticos de La Renga que estaba en el recital, fueron "en total tres momentos represivos: dos hacia el ingreso y uno a la hora de la salida". Además, explicó que los que reprimían eran de la seguridad privada del recital, contratados por la banda, y los efectivos de la Policía Bonaerense. "El cordón de seguridad, conformado por la bonaerense y la seguridad privada, primero apuntaron a dispersar el conglomerado de gente que se había armado a la entrada, revolearon algunas piñas y algunos palazos. La gente se resistió un poco y ahí empezaron los balazos", dijo, en referencia al primer momento represivo.
"En la segunda vuelta llegó una división antimotines y entraron unos 30 efectivos más haciendo tres filas. Se apostaron en la entrada, adelante del cuerpo de seguridad privada, y empezaron a tirar", explicó.
"Varios compañeros de Correpi fueron a Pergamino y empezaron a informarnos. Algunos teniendo entrada quedaron afuera. Empezó la represión antes de la entrada, hubo balas de goma y palazos", comento María del Carmen Verdú, abogada integrante de la Correpi.
Según la Policía Federal, "el operativo nuestro consistió solamente en los ingresos. No participamos en ningún tipo de control ni nada en las cercanías del estadio", dijo el subcomisario Rojas, a cargo del operativo en las rutas 8 y 32, en los ingresos a Pergamino. Allí, la Policía Federal secuestró 1 kg 200 gramos de marihuana y detuvo a 10 personas mayores de edad.
Los efectivos de la Policía Bonaerense abocados a la seguridad del recital fueron más de 260. Desde el interior de la fuerza ya se iniciaron actuaciones en la Auditoría General de Asuntos Internos para analizar cómo fue el accionar policial.
Para los fanáticos, esta represión policial recuerda la muerte de Ismael Sosa hace más de un año en la ciudad de Villa Rumipal, en Córdoba. El chico apareció muerto dos días después del recital de La Renga, donde fue visto por última vez cuando se lo llevaban efectivos policiales.
En el cierre del show, Chizzo, el líder de La Renga, dijo que siguen esperando que toquen todos en el Estadio Único de La Plata. Luego, le reclamó al gobierno de la provincia de Buenos Aires que reprograme las fechas que tenían pautadas para el 9 de abril y 28 de mayo y fueron suspendidas tras el cambio de las autoridades. "Estamos esperando que pasen todos: Paul Mc Cartney, Guns and Roses", dijo, irónico, el cantante.