El sábado 16 de julio pasado murió, víctima del Mal de Parkinson, el guitarrista y cantante argentino Héctor Luis Ayala, que integró el dúo Vivencia junto a Eduardo Alfredo Fazio. Su compañero publicó en su página de Facebook: "Falleció mi compañero de Vivencia, después de una agonía producida por el Parkinson. Una gran tristeza".
Ayala era hijo de un famoso guitarrista del mismo nombre, nacido en Concordia, que brilló en la orquesta de Aníbal Troilo. Ayala, hijo, abrazó el rock conmovido por las imágenes que llegaban del famoso Festival de Woodstock, en 1969.
En pleno furor de lo que se dio en llamar "El acusticazo", en la primera mitad de la década del '70, con bandas como Sui Generis y Pedro y Pablo, Vivencia irrumpió, con su impronta acústica de rock y folk rock, en la escena en 1972 con un trabajo conceptual llamado Vida y vida de Sebastián, escrito en formato operístico y narraba la vida de este personaje desde su nacimiento.
El éxito les llegó un año más tarde, en 1973, con el disco Mi cuarto, en donde además de la canción que da el nombre al álbum estaba el tema "Los juguetes y los niños", ambas consideradas clásicos del rock argentino de esa época.
El dúo cobró notoriedad a nivel nacional y se mantuvo unido hasta el año 1984 y editó 10 discos, entre los que se encuentran: Vivencia (1975), que contiene la famosa canción «Pupitre marrón», un clásico entre egresados de la escuela secundaria; Azules de otoño, donde se destacan canciones como «Con un niño en nuestros cuerpos», «Gira la vida» o «Sonrisas que alimentar» y en 1980, un material del que participaron músicos como Oscar Cardozo Ocampo, Machi Rufino y Diego Rapoport (Spinetta Jade), entre otros. En dicho disco Ayala y Fazio incluyeron «Curiosa Noche», canción que fue la cortina musical del legendario programa de radio de Juan Alberto Badía, Flecha Juventud.
En 1986, Ayala decidió radicarse en Los Ángeles, Estados Unidos, en donde se dedicó a escribir música popular para el sello Warner Chappell.Tras convertirse al evangelismo y grabar música cristiana, Ayala regresó al país tentado por una oferta para reunir Vivencia en 2003, encuentros que quedaron registrados en un disco en vivo de 2005, su undécimo album, llamado Vivencia en Vivo. Este material contiene trece de los más grandes éxitos de su carrera como «Soltería de Julieta», «La opción», «Con un brazo en el hombro», «Pequeño pasajero», «Pupitre marrón», «Chico se fue tu vida» y «Natalia y Juan Simón», entre otros. La placa incluye además un popurrí de la ópera rock Vida y vida de Sebastián, su primer disco.Ese mismo año, Héctor Ayala grabó un disco de tangos, en homenaje a la música desarrollada por su padre.
