Crónica: Gabriela Coronel
Colaboración en las fotografías: Agustín Zuttion
El viernes pasado tocó La Posta RnR mostrando su nuevo show Influencia. El evento se llevó a cabo en el Centro Cultural y de Convenciones “La Vieja Usina”. La banda paranaense tiene una trayectoria de 18 años aproximadamente conformada por Gervasio Anzola (batería), Alejandro Bravo (guitarra), Nicolás Banegas (bajo), Nicolás Roldán (teclados), Lisandro “Licho” Álvarez (voz) y Juan Cruz Anzola (guitarra).
Al entrar a la Vieja Usina se veía en primer plano un food truck y el tumulto de gente que hacía la cola para deleitar su paladar. Aunque las edades del público variaba nos unía un mismo motivo: ver a La Posta RnR presentando su nuevo show Influencia.
Desde adentro se escuchó el inicio de Demoliendo hoteles, fue la señal para que todes hagamos la fila para entrar. Cerca de las 23:15 y acompañados por la brisa del aire acondicionado se observaba la cantidad de gente que bailaba al ritmo de la música. En el escenario los artistas dejaban todo, mientras el humo y el juego de luces los acompañaba.
Su propuesta era clara: cantar sus temas propios, algunos covers y jugar con los ensambles musicales junto con los ritmos de las diversas canciones. Lo que garantizó que el público esté expectante durante todo el show.
En el segundo tema “Licho” Álvarez se puso una máscara mientras bailaba y el público de adelante lo acompañaba moviéndose al ritmo de Sácame de este infierno.
“A este tema se lo voy a dedicar a un amigo”dijo Licho, en el que ensamblaron el principio Bajan de Spinetta para seguir con Sangra la ciudad, cantado por su fiel público mientras otres hacían pogo.
Licho había mencionado que Influencia está hecho en honor a esas bandas que incidieron en ellos. Ese fue el inicio para que suenen los covers y que, posteriormente, suban al escenario dos invitados.
Siguiendo con su estilo continuaron con Shine de Las Pelotas, Sin saberlo, Autopista de la noche. Luego se subió a las tablas Mariano Rochi, cantante de Canciones de Luca & Sumo para cantar junto al grupo Sin hilo de Las Pelotas.
Se acercaba el final y el público esperaba el homenaje a Ramiro Maradey, el cantante de Acólitos Anónimos quien falleció a principio del año. La pantalla que se hallaba detrás del escenario había cambiado de imagen: un collage se hizo presente en que se lo veía a Ramiro de espalda superpuesta con otra en la que él miraba hacia la izquierda, rodeado de nubes; dejando atrás a los perros con remeras de rock que acompañaron desde el comienzo del recital.
“Vamos pedir ahora un fuerte abrazo a un amigo de La Posta, un gran amigo de la banda, de las personas quien más nos ha ayudado junto a un compañero de él a quien vamos a homenajear ahora. Fuerte el aplauso para Corcho Soñez” de esta manera el bajista de Acólitos Anónimos se hacía presente en el escenario.
“Olé, olé, olé Corcho, Corcho” cantaban desde el público. Licho, les pidió que “todos cantemos esta canción para el gran amigo Ramiro Maradey” por lo que todo el público lo acompañó con aplausos al iniciar Gatcha.
La canción se inició por el estribillo, mientras que la Vieja Usina se había convertido en una sola voz cantando “Ámame. Matame”; unes bailaban y a otres la emoción se le hacía presente a través de las lágrimas. El clímax era de respeto hacia un artista local y querido por sus pares.
“Un aplauso grande para Corcho y para Ramiro. Gracias a ellos nosotros tocamos, así de simple. Gracias a ellos La Posta existe”
Finalizando, la banda se despidió con Cruel de Los Piojos, avasallando las expectativas de un público manija.
