Por: Martín Molina
Fotos: Flor Martinez Misericordia
Luego de oír sinfonías clásicas, con esta frase -que se escuchó con un tono apocalíptico- comenzaba el show de los mutantes de Octafonic, para que luego nos dejen bailando con una mezcla de jazz-funk que se desarrollaba a lo largo de la noche el pasado viernes 18 de mayo en Tribus.
La lista de temas fue intercalando canciones de sus dos discos ya editados -Monster y Mini Buda- durante toda la noche y también estuvieron presentes sus singles Rain y Physical, que se encuentran entre los más compartidos en plataformas digitales.
Al mismo tiempo que transcurría el show, las camisas, sacos y corbatas con las que los músicos se presentaron en el escenario iban desapareciendo. Esto era señal de que la fiesta iba creciendo, los géneros musicales se estaban entrelazando - electrónica, pop, rock, funk, un jazz poco ortodoxo, hiphop, incluso una pizca de dubstep-, un solo de batería, la interacción a modo de "tarea" para los que asistieron a la clínica de composición musical que Nicolás Sorin había dictado horas antes y la participación del público en general cuando el toma su papel de director de orquesta y animó al público a ser uno solo junto a los Octafonic concluyo en un cocktail explosivo difícil de explicar.