“Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más”. Esto expresaron los representantes de la Juventud Argentina de Córdoba en su Manifiesto Luminar de 1918.
Hace 100 años, los estudiantes de Córdoba transformaron profundamente la Universidad, suceso que modificó para siempre la educación en Argentina y que se expandió hacia América Latina.
La Reforma Universitaria buscó y consiguió la democratización, el co - gobierno, la libertad de cátedra y el concurso docente, la extensión de la universidad hacia otros sectores sociales. La Reforma logró la universidad pública y gratuita, que fue y sigue siendo un ejemplo para el mundo.
Que 1918 no se recuerde sólo como el año de la reforma, sino como el inicio de una lucha que no debe finalizar nunca, ¡porque la universidad pública y gratuita se defiende!
Que este centenario nos sirva para reflexionar sobre la educación actual y la que queremos tener en el futuro, que el recorte de presupuesto a la universidad pública no exista. Luchemos por un edificio propio para la UADER, el boleto universitario gratuito, por mayor presupuesto para el comedor de la UNER, por el material de estudio accesible.
Que el feminismo recorra los edificios, que se terminen los Rudy Astudilla al frente de las clases, que la perspectiva de género sea un hecho concreto. Que los futuros profesionales se formen en la tolerancia, el respeto y en la inclusión.
Y luchemos, porque como dijeron los reformistas cordobeses, “los dolores que quedan son las libertades que faltan”.
Hace 100 años, los estudiantes de Córdoba transformaron profundamente la Universidad, suceso que modificó para siempre la educación en Argentina y que se expandió hacia América Latina.
La Reforma Universitaria buscó y consiguió la democratización, el co - gobierno, la libertad de cátedra y el concurso docente, la extensión de la universidad hacia otros sectores sociales. La Reforma logró la universidad pública y gratuita, que fue y sigue siendo un ejemplo para el mundo.
Que 1918 no se recuerde sólo como el año de la reforma, sino como el inicio de una lucha que no debe finalizar nunca, ¡porque la universidad pública y gratuita se defiende!
Que este centenario nos sirva para reflexionar sobre la educación actual y la que queremos tener en el futuro, que el recorte de presupuesto a la universidad pública no exista. Luchemos por un edificio propio para la UADER, el boleto universitario gratuito, por mayor presupuesto para el comedor de la UNER, por el material de estudio accesible.
Que el feminismo recorra los edificios, que se terminen los Rudy Astudilla al frente de las clases, que la perspectiva de género sea un hecho concreto. Que los futuros profesionales se formen en la tolerancia, el respeto y en la inclusión.
Y luchemos, porque como dijeron los reformistas cordobeses, “los dolores que quedan son las libertades que faltan”.
