Por: Gaby Coronel
Centenares de jóvenes participaron de la Vigilia Cultural por la memoria. El
mismo contó con intervenciones artísticas que invitaban a la reflexión sobre lo
que sucedió y lo que todavía sigue vigente.
En la Plaza Alvear se llevaron a cabo diferentes
actividades. Participó la Facultad de Ciencias de la Educación en donde
realizaron stencil en las remeras con frases “Son 30000”,”Juicio y castigo” y el
símbolo del pañuelo. En la pared de
dicha institución se encontraban las fotos de las tres compañeras desaparecidas
en la última dictadura cívico-militar-eclesiástico.
Afuera del museo de
Bellas Artes estaban los caballetes con los periódicos de la época, cerca de la
entrada se encontraba la obra de Guillermo Hennekens con su frase: “Es
imposible desaparecer” y del lado contrario se hallaban pasos que llevaban al
túnel. La intervención fue realizada por
el Registro Único de la Verdad. Anteriormente,
el edificio había sido un centro de detención y de torturas en donde funcionaba
la Jefatura de Investigación de la Policía de Entre Ríos.
La exposición del artista “Rubén Sosa. De vuelta a casa”
contó con la curadora Judith Gociol, mientras en la Plaza Alvear comenzaban a
tocar las bandas. Se presentó la
historieta “Un hombre normal”, del dibujante Sosa quien describía de manera descarnada,
explicita y valiente la vida de un parapolicial. Se mostraron los primeros
capítulos de la ilustración y la continuidad de la carrera de dicho artista. La
familia del mencionado le donó los originales a la Biblioteca Nacional. Los
mismos tendrán una gira por el interior.
Al frente del museo se podía observar un grupo de gente
viendo a jóvenes bailando tango. Las mujeres llevaban el simbólico pañuelo
mientras que los hombres estaban vestidos de gaucho, docente, obrero y tanguero.
Alejado del escenario se podía apreciar la participación del
Grupo Humano Paraná, tenían tres máquinas de escribir
señalizadas con las palabras “memoria, verdad y justicia” e invitaban a dejar
una reflexión después de intervenir con marcadores los pies de yeso. Los mismos
eran de ex detenidos y de personas que
colaboraron.
De fondo sonaba la canción de La memoria de León Gieco. Se
pasó un audiovisual en el reclamo de identidad junto con el lema “Yo marcho el
24”. Posteriormente, se subieron al
escenario los cantantes locales: Mariano Martínez, Ángela Herrera, María Silva,
Wilton Osan, Mauricio Scharovsky y Silvia Salomone junto con el
ensamble.
Seguidamente fue el turno de Las Dragonas,
quienes bailaron en la calle al ritmo del candombe. Cerca del final, parte de
las integrantes se acercó hacia el público con pañuelos blancos en sus cabezas
y carteles que tenían los lemas “Nos faltan 30.000”, “Justicia”, “Memoria”. Los
mismos se encontraban colgados en sus cuellos.
Finalizando la vigilia llegó el turno de
Arbolito, en donde hicieron bailar a los paranaenses. A las doce de las noches
cantaron el Himno Nacional a capela y se hizo presente el repudio a los
partícipes de la última dictadura a través de algunas entonaciones.