¿Quién te hizo odiar a Santiago Maldonado? Si nunca lo habías visto en tu vida, nunca habías escuchado hablar de él.
¿Quién te hizo pensar que Santiago merecía desaparecer? Si no sabías nada de él, de su vida, de sus creencias o convicciones.
¿Quién te hizo creer que su vida vale menos que la tuya? Si vos no sos el ejemplo de ser humano “ideal”, porque éste no existe.
Y volvieron otra vez ellos, los comparadores seriales; los que desde la comodidad de su casa juzgan libremente quién “merece” respirar el mismo aire.
En medio de la confusión, de la desinformación y la comparación hay una familia que sufre, que llora un hijo, un hermano, un amigo que ya nunca volverán a abrazar.
Las redes sociales dan para todo; incluso para dejar al descubierto a esos moralistas que inflan su pecho hablando de Dios, de amor y de paz, y a su vez se enojan porque muchos queremos saber qué pasó con Santiago.
Y lo mismo pasó con Micaela García. A ella no había que buscarla porque era militante peronista. O con Melina, que no iba a la escuela, vivía en la plaza y, por supuesto, se merecía que la mataran, porque según los moralistas, ese era su destino.
Por suerte, de este lado de la grieta somos muchos. Y no vamos a parar hasta saber qué pasó con Santiago Maldonado, no vamos a parar hasta que los responsables sean encontrados, hasta que se haga justicia de verdad.