El 32ª Encuentro Nacional de Mujeres se realizó el 14. 15 y 16 de octubre en Resistencia, Chaco. Se concentraron alrededor de 70 mil mujeres empoderadas.
La participación, como era de esperarse, fue numerosa. Se estima que alrededor de 70.000 mujeres nos encontramos en la capital chaqueña para plurificar experiencias y unir fuerzas en un gran abrazo que se mantuvo encendido los tres días. Dentro del marco del Encuentro hubo un itinerario de 71 talleres y más de 52 eventos culturales. Pudimos disfrutar de grandes espectáculos de música, teatro, danza, proyecciones audiovisuales y cinematográficas; exposiciones de artes plásticas y fotográficas. Encontrarse con tanta gente activada por una misma pulsión, es una experiencia entrañable.
Los talleres son el corazón del encuentro
La modalidad de los talleres permite y abre, entre muchas otras posibilidades, la creación de nuevas
redes y fortalecimiento. Los tres días se repiten simultáneamente los 71 talleres en diferentes
universidades y espacios públicos que la organización ofrece. Esta característica permite la creación
de grupos para cada taller, que continúan las reuniones durante los tres días para lograr una
presentación, un desarrollo de problemáticas y un resumen de propuestas y soluciones.
Tuve la posibilidad de participar de dos talleres. El primero: Mujeres, Ciencia y Tecnología, dónde
conocí a muchísimas hermanas del área de las ciencias duras de todo el país, junto a su problemática
de discriminación educativa y en el ámbito laboral por ser parte de un sector mayormente ocupado
por hombres. La segregación en los concursos y las vacantes laborales de una científica son - como en
muchos otros casos- extremas y sin regulación. Ellas están actualmente en contacto y trabajando
- entre otras cosas muy valiosas- por una "Ciencia de la Mujer" o "Jineologî" que fue una propuesta
del Movimiento de Mujeres del Kurdistán.
El segundo taller al que tuve la posibilidad de ir fue:
Mujeres y organizaciones productivas, cooperativas y economía popular, en el cuál conocí a muchas
hermanas que, al igual que yo, sufren o sufrieron precarización laboral - somos las más afectadas por
la desocupación y ganamos un 27 % menos que los hombres en nuestro país- por lo que encontraron
otras formas de organización y producción. En este momento trabajamos sobre las diferentes
formas de autogestión ante los impactos de los tarifazos y la inflación constante que atraviesa el
sistema capitalista a lo largo de toda su historia, además de la posibilidad de reformular las leyes que
contemplan a las asociaciones cooperativistas.
El alma del Encuentro
"Qué momento/
qué momento/
a pesar de todo/
les hicimos el Encuentro"
Fue uno de los cantos más aclamados al inicio y finalización de la marcha, haciendo referencia a la actualidad neoliberal y represiva de nuestra Argentina. La marcha fue el Domingo 15. Una exposición clara de nuestras demandas atravesó literalmente la ciudad de Resistencia, desde Las Heras y Castelli hasta el Parque de La Democracia en Sarmiento al 2200.
Diversidad de colores, de banderas, de sexualidades y regiones nos hicimos carne de éste reclamo a
la sociedad, al Estado, al Gobierno. Mejorar la sociedad para nuestras próximas generaciones nos
incluye a nosotras y todo el resto de las personas que comparten nuestro territorio.
Porque cuando una mujer avanza, ningún hombre retrocede: CRECE LA ORGANIZACIÓN. Luchamos
por los derechos de todxs. Luchamos por una educación NO SEXISTA en nuestrxs niñxs; por la salud
sexual integral; por el aborto libre, seguro y gratuito; en contra de la trata de personas; por la
igualdad de derechos laborales; en contra de la violencia de género; en contra de la lesbotransfobia;
en contra de las políticas represoras y por una regulación de las leyes con perspectiva inclusiva.
Por Milagro Sala.
Por TODAS las pibas que nos desaparecen para ser prostituidas.
Por Santiago.
Porque nuestro feminismo sólo entiende de Derechos Humanos, y si nos falta unx nos faltan todxs.
Porque se lo debemos a las que nunca volvieron.
Porque queremos que nuestrxs hijxs puedan vivir, y para eso necesitamos una Latinoamérica LIBRE,
no liberal.
Por: Lara Margaritini
Fotos: Gabriela Coronel
Fotos: Gabriela Coronel